Cerro Welén

El Cerro Welén, cuyo nombre en mapudungún se asocia a “dolor” o “melancolía”, fue considerado un espacio sagrado por los pueblos originarios que habitaban el valle del Mapocho, entre ellos los picunches. Para estas comunidades, el cerro no solo representaba un hito geográfico, sino también un lugar de conexión espiritual y ritual.

Siglo XIX

Durante el siglo XIX el cerro fue remodelado y transformado en un parque urbano, con paseos, jardines y miradores que aún lo convierten en un ícono de Santiago. Sin embargo, pese a esta transformación, la memoria indígena persiste en su denominación original, en las huellas culturales asociadas al lugar y en el reconocimiento del cerro como un espacio cargado de significación espiritual e histórica.